Al ver el cariz de lo que sucede en esa casa, al haber armas y drogas, Ibar se marcha de allí, instante en el que llega la policía y detiene a todos los presentes, Pablo incluido. Una de las personas de la casa, que estaba en el baño en el momento en que llegaron Hernández y Rincón, había llamado a la policía. Pablo Ibar fue detenido el 14 de Julio de 1994, casi 3 semanas tras el crimen de Miramar en un suceso muy distinto. La madre de Alex Hernández, compañero de Pablo en la casa de Lee Street, es encarcelada por posesión de sustancia.
Sus dos temporadas se tienen la posibilidad de disfrutar en Netflix, esperando de saber si habrá una tercera. Te contamos todos y cada uno de los detalles sobre esta serie, su reparto y su acogida por la crítica. Hacer acciones dirigidas a conseguir elementos económicos para ayudar a la defensa de Pablo Ibar, culpado a cadena perpetua en los USA de América. Por primera vez, un asesinato en los EEUU es grabado íntegramente de principio a fin por una cámara colocada por nuestra víctima. De esta manera comienza «El estado contra Pablo Ibar», la serie reportaje, apuntada por Olmo Figueredo, que se puede observar en HBO-España.
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Según cuenta el directivo, entre las mayores dificultades de esta producción fue tener la participación de la familia de las víctimas y de las autoridades judiciales de Florida. Fueron meses de trabajo para convencerles de que el espíritu de este reportaje no era tomar parte, sino más bien tratar de mostrar todas y cada una de las voces del caso. «Ha sido muy difícil romper esa barrera y hacerles entender que no íbamos solo a defender la bandera de que Pablo es inocente», cuenta el director. El Estado contra Pablo Ibar lo tiene todo para ser un éxito de público en España y, próximamente, en el mundo entero.
El joven de ascendencia española fue acusado de un triple delito y acusado a pena capital. Desde entonces, la familia de Ibar con su padre a la cabeza, hermano del legendario boxeador Urtain, han trabajado por la independencia de Pablo. Exhibe la investigación con imágenes de los crímenes muy realistas y la peculiaridad del juicio que con el sistema judicial francés es muy distinta al español o el americano.
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He visto la película en Movistar este fin de semana, la parte del juicio me daba risa, no parecía un juicio. La situacion se las trae, me recordó al de Ted Bundy que lo tenían enfrente y no lo vieron. Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, popular y económica. «Pablo siempre dijo que él no era un angelito pero tampoco era un asesino», sentencia. Entrevías es el último enorme éxito de una secuencia de producción española. Está interpretada por José Coronado y Novena Soba, que hacen de abuelo y nieta en este madrileño vecindario en el que los bajos fondos harán avanzar una trama llena de instantes tensos.
Alex asiste a casa de su tía junto con Francisco Rincón para demandarle a su tía el dinero de la fianza a fin de que su madre pueda quedar en libertad bajo fianza. La tía de Hernández convive allí con otras 6 personas. Mandan un mensaje a Pablo para que les lleve gasolina, Pablo acude a una estación de servicio y al llenarles el depósito, le piden que les acompañe. Sharon Anderson y Marie Rogers, de 25 años, que asistían al bar con frecuencia, tuvieron la desgracia de estar en casa de Sucharski en el peor instante viable.
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Tanya y Cándido Ibar, la mujer y el padre de Pablo Ibar, condenado a cadena perpetua por un triple asesinato en USA, en una imagen de archivo. Una borrosa imagen de esa cinta de vídeo de escasa nitidez es la principal prueba de cargo contra Pablo Ibar, sobrino del boxeador español José Manuel Urtain. En determinados tramos de nuestras series, observamos mostrarse en cámara o escuchamos a los directores, que toman el papel de investigadores paralelos de lo que está ocurriendo. En El Estado contra Pablo Ibar este protagonismo no existe. En ningún instante se escucha a Figueredo o hace aparición absolutamente nadie del equipo reportaje en plano; son invisibles.
Como en el reportaje estadounidense canónico, la parte «autoral» está mucho más bien en la fase de montaje, donde se selecciona qué va a ingresar en la versión final -algo en lo que sí dan saltos temporales al estilo de El caso Alcàsser– y se utilizan intertítulos. Sin previo aviso, Raymond Reddington, el criminal mucho más perseguido en EEUU decide entregarse. Y no solo eso, también se expone presto a colaborar con la justicia. La serie The Blacklist ha conseguido enganchar a millones de espectadores por los secretos y secretos que esconde el protagonista y su relación con una agente del FBI. Sus temporadas están repartidas por múltiples plataformas, si bien te adelantamos que la opción mejor es Netflix. Mil gracias por recomendarla, no conocía la historia y me ha resultado adictiva y muy muy cabreante.
Varios minutos están tomados desde dentro, y en el centro de la historia están las activas espectaculares de la civilización judicial y legal de Estados Unidos. Si bien es algo natural al ocurrir prácticamente todo en Florida, hay que valorar que no se caiga en la tentación de adoptar una mirada externa o más de españa al caso, pese a que hay referencias a lo que sucede en este país. Esta situación es norteamericano y han decidido que lo tiene que parecer asimismo. El estado contra Pablo Ibar es una miniserie documental sobre la situacion judicial de más de 25 años que llevó a Pablo Ibar a ser condenado a muerte por un triple homicidio en Miramar . Estos asesinatos fueron los primeros de la historia estadounidense en ser grabados merced a una cámara de videovigilancia doméstica, siendo de esta forma la situacion de los más comentados de la narración de Florida. “Perder el juicio fue un palo espectacular, pero Pablo ha sabido tirar cara adelante, ser positivo y reconstruir su ética”, ha expuesto su esposa este lunes en Vitoria.
Es una serie que, en general, se adapta bien a los ojos de un público global más que habituado a esas lógicas norteamericanas. Ver a abogados repartiéndose comida rápida mientras que preparan un interrogatorio se ha convertido prácticamente en un cliché de este género de producciones. Y aquí está todo eso, algo que es siempre del gusto pluricultural de las plataformas de uso contínuo.
Se agradece en este sentido que Ibar sea sobre todo un objeto de estudio y no tanto un sujeto denunciante continuo como sí sucede, por ejemplo, con Steven Avery en Making a Murderer. Su participación directa en la serie está reducida al mínimo, y se le comprende mucho más bien en su relación con el resto y a través del material de archivo. No hay prácticamente regodeo sobre sus años en el corredor de la muerte.
Sus dosis de morbo y giros finales -ciertos más tramposos que otros- mantendrán en tensión al espectador y van a dejar más que satisfecho al devorador de true crimes. Para aquel entusiasmado en las activas judiciales, además, se encontrará en esta serie con una parte inédita, profunda e inmersiva sobre el desempeño de un juicio por todo lo alto en Estados Unidos. Esto, al lado del dispar acceso del documental al trabajo de los abogados, nos ofrece un claro sesgo. Aún de esta forma, no se puede decir que el equipo de El Estado contra Pablo Ibar no se haya esforzado en tener la visión y también interpretación de las víctimas. Hay una clara intención de sugerir su testimonio y, durante los diferentes capítulos, se ofrecen las distintas pruebas que pueden realizar meditar una cosa como la contraria sobre lo que ocurrió.
Comencé a verla pensando en que trataría de la crueldad de género pero eso no es mucho más que la punta del iceberg. No cuento más para no descubrir pero confirmo que a medida que la ves te marchas indignando más y más. Toca todos y cada uno de los palos del delito y charla de hechos bastante actuales, es abrir los ojos a una maraña de corrupción que parecería ficción pero muy desgraciadamente es realidad y sucedió aqui. Tiene muy buen ritmo, pese a ser extendida engancha y tiene una calidad en la narración que no se observa mucho en reportajes españoles. La recomiendo totalmente a todos los fanaticos del true crime.