Editora de actualidad, redacta sobre cine y series ya hace mucho más de una década. La producción contrató a un DJ que pinchaba la música correcta a fin de que la figuración estuviese completamente arriba. “En el proceso de postproducción debimos cambiar toda la música”, admite la alemana. “Tener esa clase de sonido techno-dark fue una decisión muy tardía. Las imágenes que teníamos eran muy claras y coloridas, y decidimos contrastarlo con la música”.
En la presentación de su segundo y último libro en 2013, Christiane F. Lamentó que la película de su historia había ignorado el contexto popular y familiar de su crónica. La nueva producción tuvo claro desde el comienzo que su versión debía ampliarla mirada. “Deseábamos mirar en las activas que hay siempre y en todo momento envueltas en el consumo de drogas. Deseábamos tener una perspectiva múltiple de la historia”, enseña una productora con veinte años de experiencia en el audiovisual de su país.
El libro llega a desesperar, pero no todos los libros deben ser igualmente entretenidos o lindos. Desespera, como desespera un proceso de desintoxicación. Me ha encantado asimismo la contraposición entre la gran localidad industrial (Berlín) y la tranquilidad del pueblo, en el que Christiane vive en su infancia feliz y a donde se ve obligada a volver para ignorar todo lo que le lleva a consumir. Por último, es triste conocer que la narración de la protagonista no termina del todo bien, ya que todavía es drogodependiente. Escrito por los periodistas Kai Herrmann y Horst Rieck en colaboración con Cristiane F., es un relato de la relación de ésta con las drogas y la prostitución a lo largo de su adolescencia.
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En Los niños de la estación del zoo los jóvenes protagonistas se pasan las noches en el club Sound. “En general cuando grabas una secuencia de ese tipo pones la música unos segundos a fin de que los actores se hagan a la iniciativa y después quitas el sonido para grabar los diálogos. Nos dimos cuenta de que si deseabas mantener la energía, no podías hacerlo con la música”. Más allá de que von Uslar terminó acercándose al testimonio confesional de Christiane, jamás llegó a conocer entre las primeras películas alemanas en ser un éxito de sus fronteras. “Cuando decidí unirme al proyecto me reafirmé en mi iniciativa de no ver la película antes de haber terminado nuestro desarrollo creativo.
La personaje principal de la serie llegó muy tarde en el desarrollo. “Teníamos una actriz joven que pensábamos que podía ser nuestra Christiane, pero algo fallaba. Le faltaba algo para llegar a eso que aguardábamos del personaje”. La productora elige no denominar a la actriz que estuvo a puntito de continuar los pasos de Natja Brunckhorst, la personaje principal de la película de 1981.
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Varios de los amigos de Christiane fallecieron víctimas de la heroína. Babsi, en verdad, murió con 14 años y se considera la víctima de la droga más joven de todo el mundo. La propiaChristiane Felscherinow sigue viva a día de hoy aunque, y en su última entrevista datada del año 2013, confiesa que nunca ha conseguido desintoxicarse completamente. La biografía de Christiane fue llevada a papel a través de Kai Hermann y Horst Rieck y supuso un éxito editorial por su crudeza. A inicios de los 80, Uli Edel convirtió este testimonio en película, \’Yo, Cristina F\’, y en este momento el relato se convierte en serie de ocho capítulos protagonizados por Jana McKinnon, Lena Urzendowsky, Lea Drinda, Michelangelo Fortuzzi, Jeremias Meyer y Bruno Alexander.
La publicación de sus memorias, adaptadas en la aclamada película de 1981, Yo, Cristina F., le otorgó popularidad mundial. Su primer contacto con las drogas tuvo lugar en los años 70, cuando se embarcó en un viaje que la llevó a transformarse en adicta a la heroína. Los pequeños de la estación del Zoo prosigue a seis jovenes que aspiran a ser libres y felices, dejando atrás a sus familias, profesores y todo aquel que no les entienda.
En los años 80 vivió en Zurich, acogida por la familia dueña de una editorial y rodeada, según sus expresiones, por “estrellas de la literatura y un ámbito de heroína”. Christiane contrajo hepatitis C a fines de la década y a lo largo de su vida a desarrollado cirrosis hepática. Completamete persuadida de que “moriría pronto”, la protagonista de esta historia recogería toda su experiencia posterior a la publicación del \’bestseller\’ en un libro también autobiográfico de 2013 que se titula “Mi segunda vida”. Con él, buscaba detallar de qué forma había sido su historia en contestación a los sucesos y noticias que se habían publicado sobre esto. “Espero que asuste a la multitud en relación a drogarse mucho más que el primero. Estoy segura de que así será detalla todo el dolor de mi vida y que moriré prontísimo y de manera dolorosa”. Cada vez que observamos en una serie o película donde los personajes están bailando en una discoteca lo que de todos modos el espectador no sabe es que esas situaciones se graban sin música para poder registrar bien los diálogos de los personajes.
Jana McKinnon, una muchacha actriz de nacionalidad austriaco-australiana con quince créditos de cine, cortos y televisión en su historial, llegó al proyecto de choque. Los directivos de casting veían a otra chavala cuando la actriz apareció, de fondo, ante ellos. La invitamos al casting un viernes, le mandamos varias separatas para que grabase su audición el sábado y el lunes le avisamos que era la elegida”. La vida nocturna en Berlín seduce a \’Los pequeños de la estación del zoo\’. Los personajes principales de \’Los niños de la estación del zoo\’. En el momento en que salió en 1978, yo se encontraba particularmente sensibilizada con ese tema por culpa de un amigo.
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“Queríamos sostener la ambientación anteriormente, pero no desde un punto de vista documental. Buscábamos aproximarla a nuestros tiempos para que las jóvenes generaciones pudieran conectar más fácilmente con la historia”. A fines de la década de los 70, la deslumbrante historia real de una joven berlinesa y sus amigos protagonizó varios titulares en Alemania y el extranjero.
Los pequeños de la estación del zoo tiene una edad recomendada para mayores de 18 años. Escribió sobre su adolescencia en el Berlín de la década de los 70. Sus seis jóvenes personajes principales nos harán ver por medio de sus ojos la problemática del país en ese instante, desde un punto de vista en que lo importante es vivir al máximo y escapar de los inconvenientes.