De esta manera, existe gran molestia en la pared que está encima de la zona perjudicada. En el llamado punto de Mc Burney, al tocar, apretar levemente y después dejar caer, se reactiva el dolor”, describe la especialista en medicina de emergencias. “Parece que existe una predisposición familiar y se está estudiando la asociación entre la apendicitis y otras nosologías del tubo digestivo. En la situacion del apéndice, “la inflamación comienza en la pared interior, en la cubierta de células linfoides. La respuesta a la inflamación conduce a la producción de moco y termina por ocluir la luz. Esa oclusión hace que se vaya distendiendo la pared, como cuando inflamos un globo”.
En la situacion de la apendicitis, el dolor cambia de características al cabo de unas horas. Entonces “se encuentra en un punto que tiende a ser la fosa iliaca derecha, un tanto sobre la ingle de ese lado. Eso significa que en su pared existe un considerable número de células que forman parte al sistema inmune, a las defensas del organismo, como las que hay en las amígdalas de la garganta o en los ganglios”, añade.
Apendicitis
En realidad, esta investigación es interesante porque nos da una visión evolutiva novedosa sobre un órgano bastante irreconocible y porque apoya ciertas teorías que manejábamos hasta la actualidad. Es decir, lo que nos dice es que el apéndice debe servir para algo, que hemos de meditar en él en serio y que debemos continuar buscando. Según esta teoría, el apéndice asistiría a sostener a raya distintas infecciones. Por poner un ejemplo, un estudio de 2011 realizado en el Hospital de Winthrop de Novedosa York descubrió que los sujeto sin apéndice tenían 4 veces más opciones de tener infecciones por Clostridium difficile que uno con apéndice. Los resultados son curiosos pues, siempre según sus datos, el apéndice ha evolucionado entre 29 y 41 veces y solo ha desaparecido en 12 ocasiones. Como comentan los investigadores, estos datos proponen que el apéndice tiene “un valor selectivo” claro.
Durante varios años, se intentó saber cuál podía ser la función del apéndice y se han planteado un montón de teorías sobre esto. De todas y cada una ellas, la explicación más admitida es que el apéndice, siendo una zona anatómica parcialmente separada del resto del sistema digestivo, actuaba como “copia de seguridad” de nuestras bacterias intestinales. Siempre y en todo momento se tuvo la creencia de que el apéndice es una parte inútil en el organismo, la que no tiene utilidad. No obstante, recientes estudios científicos han negado esta teoría poniendo al descubierto para qué exactamente sirve el apéndice en el organismo humano.
Está conectado a este último mediante un reducido orificio que tiene un repliegue mucoso que recibe el nombre de válvula de Gerfach. Cualquiera que sea la razón por la que concluya el régimen de sus datos de carácter personal, conservaremos sus datos adecuadamente bloqueados y archivados para llevar a cabo frente a eventuales responsabilidades legales, en el transcurso de un plazo máximo de cinco años. En los últimos tiempos, diversas indagaciones demostraron que el apéndice humano tiene células linfoides, que asisten al cuerpo a batallar las infecciones.
Esto quiere decir que este juega un papel en el sistema inmunológico. Algunos estudios señalan que, como los humanos antiguos eran predominantemente herbívoros, utilizaban sus apéndices para la digestión. No obstante, a medida que evolucionaron, comenzaron a integrar alimentos mucho más simples de digerir en su dieta y el apéndice por último perdió su función. Hay científicos que creen que con el tiempo va a desaparecer del cuerpo humano.
Descubierta La Función Que Desempeña El Apéndice (fosa Iliaca Derecha) De Nuestro Sistema Digestivo, Es Un Refugio Bacteriano
Estas bacterias útiles podrían ayudar a promover una aceptable digestión y respaldar alsistema inmunológico. Por ende, el apéndice, que históricamente fué visto como un órgano vestigial junto con las muelas del juicio o el coxis, podría ser esencial para el cuerpo humano. No de este modo imprescindible, ya que se puede vivir sin él sin problema. Son muchas las personas que fueron operadas de apendicitis, en el momento en que el apéndice situado en el intestino abultado se inflama, hay que extirparlo, puesto que se podría agravar la situación pasando a una seria infección denominada peritonitis. De entrada se pensaba que el apéndice era un órgano inútil, vestigio de la evolución, un error de diseño, etcétera., pero esta percepción puede cambiar. Estos buenos microbios con frecuencia se eliminan del cuerpo en el momento en que sufrimos enfermedades, como la disentería o el cólera, alterando así el sistema digestivo.
Como hemos dicho antes, nuevos estudios acabarán por ofrecer contestación a las novedosas preguntas surgidas. Los investigadores asimismo señalan que hoy en día el apéndice no tiene razón de ser y menos en los países desarrollados, puesto que si una patología suprime nuestra flora bacteriana, la tenemos la posibilidad de recobrar de múltiples formas. No es la situacion en los países subdesarrollados en los que las enfermedades no son tratadas apropiadamente por la carencia de medios, aquí el apéndice ayuda en la recuperación del sistema. Mandar comentarioHe leído y acepto la política de privacidadRed Backlink To Media recopila los datos personales solo para uso de adentro. En ningún caso, tus datos serán transferidos a terceros sin tu autorización.
O sea, que no se habla solo de una composición inútil, sino que hay algo mucho más. Con una cirugía precoz, la tasa de muerte por apendicitis es bajísima. La persona afectada puede, por lo general, abandonar el hospital entre 1 y 3 días después y en la mayoría de los casos la restauración es rápida y completa; sin embargo, las personas de edad avanzada acostumbran a demorar mucho más tiempo en volver como estaba.
A lo largo de su investigación, publicada en la gaceta Comptes Rendus Palevol, la profesora Smith ha revelado que el apéndice ha evolucionado de manera sin dependencia en mucho más de 30 ocasiones en los 533 casos analizados. No obstante, el apéndice prácticamente nunca desapareció de un linaje en el que se había formado de antemano. Esto recomienda que el órgano tiene un propósito adaptativo, tal y como asegura Smith. Órgano con forma de cilindro hueco que se lleva a cabo desde el ciego, que es una parte del colon. Semeja tener una función relacionada con el sistema inmune, si bien su extirpación no posee efectos negativos.
Si bien en un inicio se creyó que el apéndice no tenía ninguna función en los humanos, las teorías evolutivas proponen que podría haber jugado un papel en la digestión de los alimentos. Una gran cantidad de evidencia apunta a que es un vestigio o remanente evolutivo, lo que quiere decir que sirvió para un propósito concreto. Si se utilizar presión sobre la punta de McBurney produce mal o sensibilidad, de este modo puede dudar que un paciente sufre de apendicitis.
La Misteriosa Función Del Apéndice
La doctora Del Arco recuerda que el sufijo “itis” supone inflamación. Por consiguiente, la apendicitis es la inflamación del apéndice, como la gastritis es la inflamación del estómago o la tendinitis, la inflamación del tendón. “El apéndice es un asa intestinal, comunicada con el ciego , que no tiene continuidad en uno de sus extremos. Su apariencia de tubo móvil pequeño y estrecho recuerda a un verme en movimiento, por eso se le denomina apéndice vermiforme”, describe la doctora.
Detectar El Dolor Abdominal
“Están mostrándose publicaciones en las que se plantea un régimen conservador con antibióticos y sin cirugía que semeja ofrecer buenos resultados, pero aún no es la actuación estándar”, concluye. La experto en medicina de urgencias expresa que una atención médica precoz permite “evaluar la situación clínica y emprender el régimen de forma mucho más reglada que si, por retrasar la solicitud, estamos con un cuadro ya avanzado”. Además, señala que hay otras causas que generan dolor en el mismo lugar que la apendicitis, como el cólico renal, la ovulación, la rotura de un folículo ovárico, una hernia, etc. Sin embargo, la doctora destaca que la apendicitis no siempre se comporta de esta forma y, a veces, puede ser bien difícil de detectar. “Hay apéndices muy largos, de casi 30 centímetros que, además de esto, con sus movimientos tienen la posibilidad de ponerse en otro punto del abdomen y confundir al explorador”, advierte. Las fibras inquietas que registran y transmiten el mal no son iguales y también identifican precisamente dónde se encuentra el daño.